campaña

Cajas con melocotones y nactarinas

¡Ayúdanos a ayudar!

La crisis sanitaria derivó en una tremenda crisis económica que llevó a muchas familias a disminuir sus recursos de manera ostensible. Por ello, desde Impulso, unimos fuerzas para poder ayudar a quienes más lo necesitan.
En esta ocasión el objetivo era recolectar el mayor número de alimentos no perecederos para entregarlos a familias desfavorecidas de las poblaciones de Mérida, Montijo y sus comarcas, con la colaboración de las entidades ‘’Colectivos Mujeres Sembrando’’, ‘’Conferencia San Vicente de Paúl’’ y ‘’Concejalía de Asuntos Sociales del Excmo. Ayuntamiento de Montijo’’.

En exterior con multitud de cajas con juguetes

Ningún niño sin juguete

A punto de finalizar el año, volvemos a unir nuestras fuerzas para una nueva campaña de solidaridad: no dejar a ningún niñ@ de Mérida sin juguetes en los próximos Reyes Magos.
Por eso, desde Impulso, con la colaboración del
Ayuntamiento y de diversas asociaciones locales, hemos realizado una campaña solidaria para entregarles a tod@s ellos los juguetes y la sonrisa que merecen.
La crisis sanitaria ha derivado en una tremenda crisis económica que ha llevado a muchas familias a disminuir sus recursos de manera ostensible.

Hugo haciendo ejercicios

Impulso para Hugo

Hugo es un niño de Los Santos de Maimona, que fue diagnosticado con tan solo catorce meses con una enfermedad de las denominadas ‘raras’: Mucopolisacaridosis III o Síndrome Sanfilippo IIIA, de componente genético, degenerativa y, actualmente, sin tratamiento.
Hugo gatea, incluso da algunos pasos. Interactúa con la gente que se acerca a saludarlo. Aparentemente parece que no tiene ninguna afección, pero creemos que es un buen proyecto solidario para hacer lo que podamos por mejorar su calidad de vida y la de su familia.

Entregas en hospital

Campaña Ayuda a nuestros sanitarios

Con más de 12.000€ recaudados al inicio de la Pandemia, hemos conseguido suministrar el material necesario que nos solicitaban desde los centros sanitarios y residencias de la zona cuando era prácticamente imposible abastecerse de este material de protección frente al virus.
Lo teníamos claro: si no protegemos a nuestros sanitarios, estamos todos desnudos frente al virus.

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